Columna de ministra Carolina Tohá: «Ministerio de Seguridad Pública, la búsqueda de acuerdos da frutos»
Texto publicado en el diario El Mercurio del sábado 7 de diciembre de 2024:
La aprobación del Ministerio de Seguridad Pública es una noticia esperanzadora en muchos sentidos, y aquí vamos a mencionar cuatro.
Primero, vamos a tener una cartera ministerial de carácter sectorial concentrada en el objetivo de la seguridad. Con ello tendremos la dedicación exclusiva de sus autoridades y equipos, y alejaremos, al menos un poco, el debate de la seguridad de la cancha de la refriega contingente que acompaña inevitablemente a un ministerio tan político como es Interior. Con ello se permitirá darles un tratamiento más especializado y técnico a las discusiones sobre seguridad y se avanzará también en la consolidación de capacidades institucionales más permanentes.
Los ministerios de La Moneda tienen una alta rotación de equipos entre gobierno y gobierno, y ello dificulta la formación de elencos profesionales estables altamente capacitados, indispensables para que la seguridad se enfrente como una tarea de Estado. Ministerios como Salud, Obras Públicas o Hacienda han construido por décadas esas capacidades profesionales y el nuevo Ministerio de Seguridad tendrá las condiciones propicias y el mandato para hacerlo también.
Segundo, las competencias de seguridad no solo se trasladarán al nuevo Ministerio, sino que se harán cambios e innovaciones para producir una institucionalidad más moderna y dinámica. La seguridad se asume como una tarea amplia e intersectorial. El nuevo Ministerio queda mandatado para alinear el trabajo de múltiples instituciones en un verdadero Sistema de Seguridad, y para ello tendrá las herramientas necesarias. El Sistema se regirá por los principios de interinstitucionalidad e interoperabilidad y contemplará un reforzamiento de las funciones de control sobre las policías, de coordinación con los demás ministerios y de colaboración con los organismos autónomos como el Ministerio Público, los gobiernos regionales, las municipalidades y el sector privado.
Ese método de trabajo no solo se aplicará para el control y persecución del delito, sino también para la prevención. En esa misma línea de trabajo colaborativo se establecen modalidades más efectivas para asegurar la coordinación entre las policías y se mandata la creación de un Sistema de Protección Ciudadana que gestione integradamente recursos de respuesta como patrullas policiales, bomberos y ambulancias.
Tercero, el proyecto no solo crea un nuevo Ministerio de Seguridad, sino que fortalece al Ministerio del Interior. Su rol histórico como “jefe de gabinete” se remitía a una tradición que no se reflejaba en competencias concretas en la ley. Además de su debilidad legal, el desempeño de esta tarea ha estado dificultado por la forma en que la seguridad fue concentrando crecientemente las energías del Ministerio del Interior. La nueva ley cambia esa situación no solo por el traspaso de las tareas de seguridad, sino porque se define de manera explícita la misión de Interior como articulador del gabinete.
Queda establecida su función como coordinador político de los ministerios, como encargado del seguimiento programático y del trabajo intersectorial. Estas funciones concentran algunos de los mayores retos y vacíos que tiene actualmente la institucionalidad gubernamental.
Las modificaciones introducidas al Ministerio del Interior permitirán avanzar a formas mucho más sofisticadas de gestión política y trabajo interinstitucional, requisito indispensable para enfrentar el tipo de desafíos que Chile tiene en nuestro tiempo, y que tendrá cada vez más en el futuro, tanto a nivel social como económico, político y ambiental.
Por último, la aprobación de la ley que crea el Ministerio de Seguridad es esperanzadora porque nos muestra que podemos construir acuerdos en los temas que importan. Fue necesario mucho pragmatismo y flexibilidad para sacar este proyecto. Fue necesaria generosidad de todas las partes. Sobre todo, fue necesaria la voluntad férrea del Presidente Boric, que optó por tramitar e indicar un proyecto que venía del gobierno anterior para darle viabilidad a la iniciativa.
Si pudimos sacar adelante este acuerdo respecto del Ministerio de Seguridad, también podemos hacerlo respecto de pensiones, de simplificación de permisos para la inversión, de reformas políticas, de sistema de cuidados. Lo mismo corre respecto de las definiciones pendientes en materia de descentralización, donde nos pena un acuerdo sobre el puerto de destino al que queremos llegar.
Esos acuerdos se pueden lograr. Se necesita pragmatismo y generosidad, pero más que nada se necesita voluntad.